Lily Collins causó sensación en octubre del año pasado cuando se convirtió en la protagonista de "Emily en París", la exitosa serie de Netflix en la que interpreta a una joven ejecutiva de marketing que acepta un trabajo en la capital francesa.
Desde entonces, no sólo es un símbolo de elegancia y estilo, sino también una de las estrellas favoritas de Hollywood. La actriz, quien acaba de cumplir 32 años, ha conseguido destacar por méritos propios, dejando atrás la sombra de ser hija del músico Phil Collins.
Lily Collins debutó como actriz de doblaje en la película animada de Disney, "Tarzán" (1999), cuya banda sonora corrió a cargo de su progenitor, Phil Collins. 10 años después tuvo su primer gran papel gracias a la cinta "Un sueño posible", al lado de Sandra Bullock.
"Espejito, espejito" (2012) con Julia Roberts; "Hasta los huesos" (2017) junto a Keanu Reeves, en la que interpreta a una chica que padece anorexia; "Extremadamente cruel, malvado y perverso" (2019) en compañía de Zac Efron y; recientemente "Mank" (2020), la favorita de los Premios Oscar 2021 con 10 nominaciones, son sólo algunos títulos en los que ha participado.
En su libro "Sin filtro: Sin vergüenza, sin remordimientos, solo yo" (Unfiltered: No Shame, No Regrets, Just Me, 2017), Lily Collins da detalles reveladores y fuertes sobre la complicada relación con su papá, el músico Phil Collins, quien fungió como cantante y baterista de la banda de rock Genesis, de 1976 a 1996.
"Debido a que mi padre solía irse, nunca quise hacer nada que lo alejara aún más. Me volví muy cuidadosa con lo que dije y cómo lo dije, temiendo que pensara que estaba enojada o que no lo amaba. Y la verdad es que estaba enojada. Lo extrañaba y lo quería allí", escribió en el apartado "Una carta a todos los papás".
"Te perdono por no estar siempre ahí cuando lo necesitaba y por no ser el padre que esperaba. Perdono los errores que cometiste. Aún hay mucho tiempo para seguir adelante. Todos tomamos nuestras decisiones, y aunque no excuso las tuyas, al final del día no podemos reescribir el pasado. Y yo quiero hacerlo, te invito a que me acompañes. Siempre seré tu pequeña niña", finaliza la carta.
Ahora bien, ¿por qué Lily Collins se sintió así? De acuerdo con la revista People, se debe al divorcio de sus padres, Phil Collins y Jill Tavelman, quienes se separaron en 1996, cuando ella tenía siete años. Sin embargo, eso no fue todo, pues su papá se volvió a divorciar en 2008 de la traductora Orianne Cevey, lo que le provocó a la actriz un desorden alimenticio, llevándola a luchar contra la bulimia y anorexia.
"Muchas de mis inseguridades más profundas tienen su origen en estos temas de mi padre", dijo durante la promoción de su libro. "Ha sido un capítulo difícil de escribir porque él es un personaje público. Es una situación extraña escribir sobre alguien a quien la gente ya conoce, pero no saben mi experiencia con él. Sólo soy una hija hablando con su padre y sentí que esta carta era apropiada porque puede ser trasladada a cualquier relación entre padres e hijos", agregó.
A pesar de ello, en el cumpleaños 70 de Phil Collins, Lily lo felicitó asegurando que "las palabras no son suficientes para expresar cuánto amor y orgullo" tiene por él. Agregó que significa mucho para ella y lo ama "hasta la luna y de regreso". En cambio, el último post del músico con su hija fue en 2018. Ambas publicaciones son fotografías cuando la actriz era niña, pues de su vida adulta ninguna comparte imágenes.