Unos investigadores han construido un camaleón robótico cuya piel se adapta al color del fondo en menos de un segundo.
Corre a cuatro patas, tiene cola y cambia de color para mimetizarse con el fondo que tenga en el momento: es un robot blando con una piel camaleónica. Registra los colores y patrones de las superficies por donde se mueve y cambia correspondientemente su propio color a toda velocidad: en menos de un segundo. Lo han construido Seung Hwan Ko, de la Universidad Nacional de Seúl, y sus colaboradores.
Los ingenieros han combinado en el material flexible que hace de piel una capa externa, una llamada tinta de cristal líquido termo cromático, con otras, sobre las que se dispone esa primera, formadas por nano hilos de plata que actúan como fuente de calor. Los materiales termo cromáticos, es decir, «que se colorean con el calor», cambian de color cuando cambia la temperatura. Por lo tanto: en cuanto cambia la temperatura de las capas calefactoras cambia la apariencia del robot camaleónico.
Unos sensores instalados en la parte inferior registran el coloreado del suelo. La red de nano hilos se calienta entonces como corresponda. Para que la piel del camaleón artificial pudiese adoptar diferentes patrones de color, y de esa forma confundirse con tantos fondos como fuera posible, integraron los investigadores capas de hilos calefactores que creasen puntos, líneas o curvas en la piel.
Según estos investigadores, entre los campos donde este camuflaje artificial, aparte de su uso militar, podría encontrar aplicación están la arquitectura, el arte y la moda.
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