Justin Bieber anunció hace solo unos días que se disponía a lanzar un nuevo disco de estudio, ahora reveló en su última entrevista que lleva ya una temporada viviendo sin necesidad de contar con un teléfono móvil: una decisión que, dados sus 27 años y la época de interconexión total que atraviesa el planeta, especialmente entre las celebridades, resulta sorprendente.
De cualquier modo, mantenerse alejado de las pequeñas pantallas de los celulares ha servido al intérprete, casado con la modelo Hailey Baldwin desde hace ya casi dos años, para "imponer límites" a su interacción social, a su dinámica de trabajo y a su exposición al eterno debate público que existe sobre su figura.
En lo que a la comunicación diaria con sus colaboradores más cercanos se refiere, el artista canadiense emplea un iPad pero solamente para lo estrictamente necesario.
"Definitivamente he aprendido a imponerme límites, y siento que no le debo nada a nadie en este sentido. Todo ello me ha ayudado a aprender a decir que no y a mantenerme firme en mis decisiones. En mi corazón, sé y siento que debo ayudar a la gente, pero no puedo hacerlo todo.
Quiero hacerlo en demasiados momentos, pero sé que no es sostenible", ha expresado en su última conversación con la revista Billboard, en la que también ha subrayado el efecto tan positivo que ejercen en su vida tanto la terapia psicológica como la forma en que cultiva su fe religiosa.
"He cambiado radicalmente mis prioridades para no convertirme en uno más de esa estadística de jóvenes músicos que, bueno, que no lo consiguen", añadió.
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